Adiós al piso

Problemas con las licencias y con la constructora han hecho que los pisos de la cooperativa en la que estaba apuntado se hayan retrasado y encarecido ligeramente. Estas pequeñas modificaciones, si bien suficientemente leves para que la inmensa mayoría de los asociados continuen en el proyecto, hecen que los pisos pasen de auténticas gangas a simplemente baratos, lo que no compensa a los que, como yo, ibamos apurando el presupeusto al límite.

Por lo menos de lo primero que me aseguré fue de que en caso de problemas uno se pudiera echarme atrás sin costes adicionales y tras recuperar hoy los costos de inscripción lo único que he perdido han sido un par de mañanas de trámites y la ilusión de irme de casa cuanto antes. Tendré que esperar a acabar la carrera, encontrar trabajo estable y esas cosas (lo de pareja lo doy por imposible), que al fin y al cabo es como se deben hacer este tipo de proyectos (aquellos que me acusaban de 'flipao' han acabado teniendo la razón).