lunes, 9 de junio de 2008

Formación

Hoy ha sido el módulo diez, último módulo de la formación del SAMUR, sobre accidentes de múltiples victimas, NRBQ y los túneles de la M30. Acabaron las clases teóricas (quedándome el examen de la semana que viene, probablemente la recuperación de la siguiente y unas tres guardias para completar las horas requeridas). Aún así, es como si la formación ya hubiera concluido, por lo que aprovecharé para hacer un pequeño balance de mi experiencia.

Lamentablemente, si alguien estuviera interesado de cara a apuntarse estas reflexiones no tienen valor como referencia, ya que siguiendo la habitual ley de Murphy hemos resultado ser la última promoción en seguir el plan antiguo de formación. Lo cual no deja de resultar un alivio para las nuevas generaciones, ya que resumiendo en una idea general la formación, a pesar de ser una demostración de buena voluntad, no dejaba de ser un completo despropósito, desde la organización a los contenidos.



Empecemos por la organización: jornadas intensivas de nueve de la mañana a nueve de la noche, a escoger en turno de sábado o domingo, en principio cada dos semanas. Digo en principio, por que todo puente, festividad o evento mayor organizado por el SAMUR hace que se anulen las clases, lo que según los azares del calendario ha llegado a dar más de un mes de separación entre módulo y módulo, con el correspondiente efecto de 'desenganche' que produce). Así, un curso que debería haber durado unos seis meses se ha prolongado durante más de nueve, dando una sensación de densidad que realmente no tendría que existir. La densidad que sí es patente es la de organizar el contenido de cada módulo centrándose en la parte teórica, que ocupa toda la mañana y según el día más o menos parte de la tarde. Por ejemplo el primer módulo fueron diez insufribles horas de datos técnicos sobre el servicio, parte de ellos irrelevantes, parte incomprensibles y la parte útil generalmente asimilada durante otras clases o simplemente la experiencia. La verdad es que como medida disuasoria tiene más valor que cualquier requisito previo exigible.

El siguiente punto nefasto es la preparación previa a la primera guardia. Desde el módulo dos nos dan el equipamiento y podemos salir a hacer guardias, pero, sinceramente, tener un montón de páginas teóricas sobre el servicio (módulo uno), anatomía (básica) y unas (escasas) prácticas sobre la RCP manual (módulo dos), dista mucho de ser mínimamente adecuado para salir a la calle. La primera vez que ves la ambulancia y su material es cuando te subes a ella para realizar tu primer servicio. No es muy difícil imaginar el nivel de desconcierto e indefensión del voluntario en su primer día. Por otro lado, esa sensación no suele dar mucho, ya que el apoyo y la comprensión que prestan el 97% de los voluntarios activos para con los aspirantes hace que rápidamente te des cuenta de que compensa los defectos de la formación. Otro problema reside en ese tres por ciento de voluntarios, pero por regla general en cuanto se le de otra oportunidad a la 'prote' (término habitual para llamar a los voluntarios), difícil es que no acabe compensando cualquier mala experiencia pasada, al fin y al cabo son voluntarios y la buena voluntad y predisposición abundan.

Volviendo a la formación en si, otro de los pilares fundamentales que suele fallar es el de los formadores. Aunque su labor sea digna de elogio, ya que también son voluntarios que dedican su tiempo de forma desinteresada a enseñar a los demás, lamentablemente su buena voluntad no está siempre pareja a su capacidad de trasmitir conocimientos (o incluso la misma posesión de los conocimientos que deben enseñar). Esto convierte los módulos en una especie de ruleta en la que dependiendo del formador el mismo contenido puede desembocar en experiencias completamente opuestas. Por ejemplo, el módulo sobre anatomía/heridas y vendajes se recuerda en el grupo B como uno de teoría ligera y entretenida, con una gran cantidad de prácticas vendando y una salida anticipada. Los que lo hicimos en el grupo D lo recordamos como denso y plomizo, con la teoría alargándose hasta el último momento, en el que se nos mostró un par de escasos ejemplos sobre vendaje que ni llegamos a practicar personalmente. Hay profesores con muchos conocimientos técnicos que olvidan que no están frente a sanitarios, mientras que otros carecen de muchos de ellos pero que saben expresarse desde el punto de vista del alumno. Los hay que combinan ambas virtudes y los hay que combinan ambos defectos, lo que hace patente la necesidades una mejor 'formación de formadores'.

De mi experiencia personal me quedo como positivas las tardes prácticas de RCPs básica e instrumental, inmovilización, montaje de PMAs y manejo de equipos NRBQ; el día de apoyo a la avanzada (en el que los formadores decidieron pasar de la teoría y dar un día completo de prácticas: por la mañana familiarización con el material y técnicas y por la tarde realización de casos prácticos); de teoría los módulos sobre AMVs, catástrofes, incendios, actuación NRBQ y el segundo sobre heridas fueron aceptables. Como puntos negativos el resto de teoría (aunque tengo que reconocer que colaboré en hacerlos negativos con mi habitual capacidad de 'abstracción del mundo material'), las prácticas de vendajes, los vehículos (que sólo pudimos ver en fotografías), el manejo del tetra y las comunicaciones (que brilla por su ausencia) y la familiarización con el entorno de trabajo (idem).

En resumen, una idea muy buena, mucha buena voluntad, pero un desarrollo pésimo.

Aún así, recomiendo encarecidamente a cualquiera que tenga clavada la espina de no haberse dedicado al mundo sanitario, que siendo de ese mundo quiera completar sus conocimientos y formación, al que le gusten estas cosas, al tenga ganas de colaborar en un servicio de voluntariado, o al que simplemente sienta curiosidad, que no dude en apuntarse, pues a pesar de lo negativo que haya podido parecer este resumen realmente merece la pena (si no lo habría dejado hace tiempo y aquí sigo). Además, como he mencionado, se ha cambiado el sistema de formación. Llevaban bastante tiempo intentando cambiarla (por ejemplo durante la nuestra nos hicieron un par de encuestas-entrevistas sobre la formación y como mejorarla) y el nuevo tiene muy buena pinta. Hoy la mayoría de nosotros estábamos maldiciendo nuestra suerte al ver como los que acababan de entrar al módulo uno hacían pruebas con el tetra por el edificio de formación y eran llevados por la tarde a base cero para enseñarles las ambulancias, su instrumental por encima y los diferentes vehículos especiales del servicio. Quien hubiese podido disfrutar de ese tipo de formación...

4 comentarios:

María dijo...

madre miaaaaaaaaa

cuando te pones a escribir... te pones a escribir! jajajaj
no sabía que habías terminado ya el modulo.
y el de la foto eres tu? :)

Moisés dijo...

Aunque es díficil reconocerme (esta hecha con el móvil), efectivamente, ese soy yo. Aquí una con la máscara donde se me reconoce mejor.

Valkiria dijo...

qué bien te queda el traje!!!

Anónimo dijo...

jajajaja!!!
Q bien te sienta el naranajita!!